El 20 de Junio “Día de la Bandera” es el preludio del “Año Nuevo Indígena”.La celebración al Inti Tataj (Padre Sol) se realiza desde hace 11 años, en Buenos Aires, la única capital latinoamericana que cuenta con un sitio ceremonial para festejar las fechas importantes de los Pueblos Originarios de Abya-Yala (nombre precolombino de América).
Por Ley de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de 2005 este es un feriado reconocido para los integrantes de las comunidades de los Pueblos Originarios, quienes a partir de ahora están en igualdad con otras comunidades de naciones o credos-
En esta fecha es importante recordar el pensamiento de Don Manuel Belgrano, quién tuvo a su cargo legislar para las comunidades guaraníes que pertenecían al régimen jesuita. El Creador de la Bandera se refirió a “nuestros paisanos los indios” diciendo: “hoy todos somos uno” y estableció que los guaraníes eran libres e iguales “a los que hemos tenido la gloria de nacer en el suelo de América”.Casi 200 años después, idénticos conceptos vertía hace poco en Buenos Aires, Don Cirilo Pérez Oxlaj, Anciano Maya y Maestro Mayor del Continente, expresa “ todos somos seres de igual valor”.
Estamos transitando la Década para la Cultura de Paz de las Naciones Unidas, que finaliza en el Bicentenario de nuestro Primer Grito de Libertad: ¿Cuáles son los valores que deseamos que primen en la sociedad y cómo pensamos el país que queremos tener en el Bicentenario?Luego del colapso de 2001, nuestra sociedad profundizó la marginación de los viejos, los chicos de la calle, los discapacitados, los desocupados y de nuestros hermanos de los pueblos originarios. Es mucho lo que aún falta por resolver: urgen más y mejores políticas públicas tendientes a la inclusión y a la igualdad de oportunidades; con planes conjuntos de los gobiernos con el tercer sector y las empresas que desarrollan programas de responsabilidad social, para terminar con la discriminación a los antiguos dueños de la tierra.
Retomando los dichos y hechos del Gral. Belgrano, en el Reglamento para los naturales que escribió para revertir las paupérrimas condiciones en las que vivían los indígenas de Misiones, nos decía que “todos los naturales... sean libres, gozaran de sus propiedades y puedan disponer de ella como mejor les acomode...”. Preocupado por la educación, ordenó que cada pueblo contara con una escuela. Respecto a la lengua, consideraba que “...no está en mi ánimo desterrar el idioma nativo de estos pueblos, pero como es preciso que sea fácil nuestra comunicación...” estimuló el aprendizaje del español, promoviendo el bilingüismo”.Este mismo reglamento proveía medidas para realizar ordenadamente el reparto de los bienes comunitarios, la plena libertad de comercio y la distribución de empleos del gobierno tanto a blancos como naturales, sin discriminaciones. Nos urge volver al pensamiento, al espíritu y a la acción de Don Manuel Belgrano.
